Día de pedradas en La Pedriza.

Por El Hacedor Galletil

Qué bueno es ver que cada nueva salida al monte se apunta gente (y perra, es decir, "La Pepa", o "Doña Josefa", que es más fino) nueva, además de quienes ya somos parte contratante de la segunda parte: ¡Maricarmen, esto tira pa'lante, como si fuéramos de Alicante! Qué bonito, qué tierno y qué de todo. Me emociono, señoras y señores, porque ya hasta nos cuesta despedirnos aun sabiendo que nos vamos a ver entre semana...

En esta ocasión hemos elegido como destino ocioso La Pedriza, por muchas razones: porque es un lugar español, católico, de raza, donde los godos sacaron molla flexionando los codos y... como siga, me parto la cara a mí mismo. La verdad es que queríamos una salida, esta vez, un poco más tranquila que las dos anteriores, donde nos dimos un palizón de aúpa, y me parece que nadie ha terminado pidiendo tiempo muerto por falta de aire y fuerzas. Hemos, andado, no vive dios, pero el sentir de la gente que ya ha participado en otras excursiones, es de habérselo pasado entretenido por la cantidad de saltos entre las rocas, choques contra ramas, tropiezos chorras con piedras sueltas, deslizamientos arriesgados y sin cobertura médica por el musgo húmedo, etc.

Como siempre, tenemos a disposición vuestra, a disposición de ese nuestro gran público que nos leéis con atención pero que seguís sin participar "en la medida de vuestras posibilidades" en el mantenimiento de este espacio patrocinado por Mercadona (a este paso...); digo, que tenemos a disposición vuestra un gracioso y dicharachero álbum de fotos, para que lo uséis sabiamente (¿?).