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“UNA VERDAD INCONVENIENTE… … PARA ATENTO”

Se reconoce a Atento Teleservicios como una de las principales empresas de este país en el Sector del Contact Center, sus plataformas albergan a cientos de trabajadores en distintos puntos de la geografía española e internacional, y se jacta de seguir a raja tabla los protocolos de ergonomía y prevención de riesgos, léase cursos de ergonomía puntuales para los trabajadores, simulacros anuales, cambio paulatino del mobiliario y material informático de trabajo y… parece que uno de los puntos de prevención de riesgos aún se le resiste a esta empresa. En concreto uno tan importante como el mantenimiento de la temperatura ambiente de sus centros, teniendo en cuenta que en un mismo turno, más de un centenar de trabajadores interactúan al mismo tiempo, manipulando equipos informáticos que de por sí, en funcionamiento, producen cierto calor; que trabajan varias horas en constante conversación lo cual produce que si la ventilación no es la adecuada, el aire se muestre viciado y nocivo para el trabajador, y por consiguiente que las condiciones físicas y mentales de los trabajadores no sean las óptimas para desempeñar su trabajo.

Estamos hablando en concreto del centro que la empresa alberga en San Andrés del Rabanedo, en la c/Ramón y Cajal s/n (en el Polígono Industrial de Trobajo del Camino) en León, donde por 3º año consecutivo los trabajadores del mismo han sufrido los efectos de un golpe de calor. La primera vez fue en el verano del 2009 donde el incidente fue solucionado con rapidez y eficacia suficiente para que la jornada transcurriera con total normalidad sobre las 17:30 h. y aun así una de las trabajadoras tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios e ingresada de urgencia. Se repitió el incidente el 19 de Julio del 2010 día en el que, debido también a un golpe de calor, 6 trabajadores tuvieron que ser atendidos con graves síntomas de pérdida de conocimiento, espasmos y/o convulsiones y debilidad, tuvieron que ser reanimados in situ por los servicios sanitarios y de los que 3 de ellos tuvieron que ser hospitalizados de urgencia. Por último, el pasado 26 de Septiembre del 2011, a pesar de la instalación reciente de aparatos de aire acondicionado, el fallo de alguno/s de estos aparatos provocaron que la temperatura excediera en bastante el límite de 27º C estipulado por el Comité de Salud para iniciar el protocolo de desalojo.

En esta ocasión, un grupo de trabajadores, con conocimiento de los antecedentes antes mencionados, y bajo los efectos de profundo malestar físico y cierta debilidad, consideraron que el centro no reunía las condiciones óptimas necesarias para permanecer en su puesto de trabajo sin perjuicio para su salud y decidieron, de motu propio, que no continuarían trabajando hasta que el incidente no fuera subsanado. En un acto de mera preocupación por la integridad física de sus compañeros, algunos de los trabajadores informaron al resto de compañeros sobre la iniciativa adoptada, dejando claro que aquello no era una intención de desalojo, pero que si alguno sentía malestar “bajo su responsabilidad” podría reunirse con quienes esperaríamos fuera del centro. Tras discutir con la dirección del centro, uno de estos trabajadores fue advertido y/o amenazado de que lo que estaba haciendo podría ser considerado abandono del puesto de trabajo e intención no protocolaria de desalojo del centro, lo cual acarrearía consecuencias graves, alegando que no se puede dar orden de desalojo a no ser que la temperatura exceda los 32º C. En un intento de diálogo el trabajador explicó que en ningún momento había mencionado nada de desalojar el centro pero que consideraba que en ese momento el calor era excesivo y peligroso para todos los trabajadores. La directora, en ese momento, mostró algunos puestos libres en una zona de la plataforma donde la temperatura era más fresca llegando a contabilizar unos 12 puestos libres y útiles, pero para ese momento el número de trabajadores que se habían concentrado fuera del centro ya excedía los 30. Tras la discusión y al no llegar a ningún acuerdo con la directora, el trabajador se reunió fuera del centro con los demás compañeros que habían salido e informó públicamente sobre la discusión que había mantenido con la directora. En ese momento, un alto porcentaje de los trabajadores se incorporó a su puesto quedando 5 o 6 compañeros fuera recuperándose de su malestar. Poco después entraron 2 más, quedando fuera sólo 4 trabajadores que, en algún momento hicieron intención de comprobar en qué situación estaba la temperatura dentro, y al verificar que la incidencia aún persistía permanecieron fuera. Un rato después, una de las últimas trabajadoras que se había incorporado al puesto de trabajo salía ayudada por otros compañeros, víctima de un ataque de ansiedad y dificultades respiratorias, y tan sólo unos minutos más tarde otra trabajadora también salía con taquicardias, para ese momento las delegadas de prevención de riesgos ya se habían personado en plataforma y pudieron presenciar la escena.

Llegados a este punto, la situación ya parecía suficientemente grave, era obvio que necesitaban asistencia, y viendo que ni la dirección ni las delegadas de prevención tomaban la iniciativa de llamar al servicio 112, algunos de los trabajadores que habían permanecido fuera decidieron llamar al servicio de emergencias que tras un largo rato enviaron una ambulancia, la cual tras tratar de reanimar in situ a ambas trabajadoras afectadas, llamó a otra ambulancia y se llevó a ambas para atenderlas de urgencia.
 
La situación de estrés, nerviosismo y el malestar que todavía padecían algunos trabajadores hizo que pidieran ser asistidos por una segunda ambulancia, hasta un total de 16 trabajadores. Cada uno recibió un parte sanitario con los síntomas, el cual posteriormente fue ratificado por los correspondientes médicos de urgencias. Las labores de asistencia sanitaria de la segunda ambulancia finalizaron sobre las 21h. y aún se llevaron a 2 trabajadoras para ser asistidas en sus respectivos centros sanitarios.
 
Al día siguiente, el 27 de Septiembre, la dirección convoca una reunión en la que comparecen 3 de los 4 trabajadores que habían permanecido fuera el día de los hechos (el 4º compañero estaba en situación de reposo recomendado por el médico de la mutua ese 27 de Septiembre) declarando su actitud de absolutamente deplorable y catalogándoles ante otros compañeros de aprovechados. Por su parte, una delegada de prevención de riesgos también redactó y publicó días después en el tablón público de la empresa un documento donde mostraba su máxima repulsa hacia estos trabajadores. Toda esta situación, provocó en los trabajadores aludidos una situación de profundo malestar emocional y conducta reprimida que aún hoy albergan.
 
Pero la guinda de este conflicto la puso la directora del centro cuando el pasado 31 de Octubre estos 4 trabajadores son convocados en el despacho de dirección y sin mediar palabra se les entrega un documento en el que se les sanciona a cumplir entre 30 y 60 días sin empleo ni sueldo por los hechos ocurridos el pasado 26 de Septiembre. Según el punto de vista de los sancionados, no querer poner el peligro tu propia salud, preocuparse por la salud de quienes trabajan contigo y tratar de socorrer al que claramente lo necesita es considerado por la empresa falta muy grave y motivo suficiente para sanciones ejemplarizantes.
 
Tal vez, la clave de este conflicto se encuentre no tanto en la actitud de unos osados trabajadores que, tratando de usar la lógica, pasaron por encima de intereses empresariales, como en el hecho de la incapacidad del personal responsable a la hora de abordar este tipo de situaciones, o peor aún, el desinterés por la seguridad de los trabajadores, máxime teniendo en cuenta que esta no es ni la primera ni la segunda experiencia vivida por este motivo. Qué duda cabe de que si estos trabajadores están actualmente pagando por sus faltas, ¿no sería justo que el responsable directo de nuestra seguridad pagara también por su inoperancia o pasividad?. O, ¿es que hay que asumir de buen grado que cada vez que fallen los sistemas de ventilación alguien tiene que ser hospitalizado?.
 
Más información de distintos medios en:
 
 
 
 

http://www.diariodeleon.es/noticias/leon/16-trabajadores-de-empresa-atento-son-atendidos-por-un-golpe-de-calor_635350.html