Enviado por opinion el Dom, 15/04/2012 - 21:48.
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La sección de sanidad de Oficios Varios de Madrid hemos asistido a la manifestación contra la privatización hoy domingo 15 de abril, os dejamos la octavilla repartida en dicho acto.
Entre otras cosas se gritó “La crisis que la paguen los capitalistas”.
Hacemos un llamamiento a les trabajadores de la sanidad, más allá de manifestaciones, tenemos que crear organización obrera y comenzar a dar guerra en nuestros centros de trabajo, una huelga en el sector se va haciendo necesaria.
Saludos
sección sanidad, Madrid
LA SANIDAD UN DERECHO Y NO UN NEGOCIO
-Las argumentaciones a favor de la empresa privada dentro de la sanidad pública está llena de tópicos: Así el copago, es volver a pagar por algo que ya estamos pagando, con la excusa de evitar gastos por el uso indebido de la sanidad, el caso es que con la introducción de contratas, fundaciones privadas y Uniones Temporales de Empresas se sobrepasa con creces el presupuesto que se obtiene de nuestra Seguridad Social, si quieren abaratar que quiten la empresa privada. En resumidas cuentas estamos pagando mediante el copago para que el negocio de la sanidad les salga más rentable a estos sinvergüenzas, además del deterioro que consiguen por la implantación de medidas de rentabilidad que hacen por medio del abaratamiento de costes, ya sea acortamiento de estancias, abaratamiento de tratamientos, derivaciones a otros hospitales, recorte en pruebas diagnósticas y material instrumental, maquinaria, material profiláctico e higiénico y total precariedad laboral. Estas medidas NO revierten en beneficio público, directamente VA a los bolsillos de estas empresas, porque se trata precisamente de convertir la sanidad en un negocio.
Otro tópico es el de el área única; puedes elegir lo que ellos quieran que elijas, si tu hospital más cercano no tiene plazas no podrás elegirlo.
La competitividad, tópicazo dentro de lo tópico; sí, la sanidad pública es susceptible de ser mejorada, pero la privatización no es el camino, porque de la función pública se desprende al menos la obligación de ser un servicio público universal y para eso hemos luchado.
En este momento el proceso privatizador se encuentra en la fase mixta; es decir con nuestro dinero (el dinero público), se financia la privada, que a la vez se introduce escaladamente en la gestión de la sanidad pública. Este sistema agudiza el interés mercantil, si antes en nuestra sanidad imperaba el interés de las farmacéuticas, hoy el beneficio se ha abierto también para todo tipo de empresas; desde la atención telefónica, hasta laboratorios.
Este proceso de por sí ya es nefasto, porque sencillamente el interés de curar y de dotar a la clase trabajadora de un sistema sanitario eficaz, se convierte en utopía, ya que la privada está muy ocupada en llenarse el bolsillo. Pero creemos que la fase actual es una parte del proceso que no ha terminado.
¿Cómo funcionará la empresa privada sanitaria?
-Las empresas privadas tienen competitividad es cierto pero su competitividad se basa en la publicidad. Como cualquier otra empresa, el sector privado sanitario, procurará sacar el máximo partido a su negocio sanitario. La cuestión es que la elección es una mentira porque podremos elegir solo en base a pautas que nos marquen ellos.
Por ejemplo el precio de cada intervención; si se ponen de acuerdo en que una operación de apendicitis cueste en torno a 3000€, podremos elegir uno que cueste 2800€ en lugar de uno que cueste 3200€, pero nada más. Como ejemplo claro tenemos la especulación de la vivienda y la consecuente subida de precio de la misma, hasta el punto de hacerla inaccesible y esto se suponía un derecho universal.
Pero la cuestión más importante es que si se trata de dinero, todas aquellas personas que no puedan costearse, incluso el euro que piden ahora con el copago en algunas regiones del estado español, no tendrán acceso a la sanidad. Debemos tener conciencia de la magnitud de estos hechos.
Nosotras y nosotras queremos que el sistema sanitario se rija por el principio de apoyo mutuo, es decir queremos pagar la sanidad de quién no puede costeársela, porque es lo humano.
. Queremos terminar haciendo hincapié en que la organización obrera es necesaria no solo para frenar la privatización, también para construir un sistema sanitario realmente gestionado por trabajadores y trabajadoras y más aún para acabar con el capitalismo. También nos parece importante decir que la organización obrera no puede venderse al poder. Últimamente se están haciendo mucho eco aquellas organizaciones que tienen un discurso autogestionario, pero que en la práctica se venden mediante la participación en comités de empresa, elecciones sindicales, subvenciones y liberados/as.
QUE VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA
CONTRA EL EXPOLIO CAPITALISTA, FUERA LA PRIVADA DE LA SANIDAD
HACIA LA AUTOGESTIÓN DE LA SALUD
